Dicen que "nunca es tarde, si la dicha es buena", pero vivimos del tiempo, de sus cambios, de sus segundos. Llegamos tarde o llegamos temprano. A veces ni llegamos.
El tiempo es dueño de nuestro trabajo, nuestro ocio, nuestro dinero, nuestros sueños. Hablo del tiempo que se mira en el móvil o en cualquier reloj. Del otro tiempo mejor ni hablar. El frío y la calor nos condicionan, nos motivna, nos desilusionan. Nos saca a la calle o nos encierra en nuestras casas. El tiempo planifica y cancela a partes iguales.
El tiempo a veces ejerce de dueño, a veces de esclavo; avanza raudo o corre despacio; nos ilumina o nos absorbe en la oscuridad. Curioso que justo antes del amanecer sea cuando más profunda se hace la noche.
Hace tiempo que empecé un blog. Llegaron malos tiempos y acabó en el olvido. Hoy quiero recuperarlo. Sacaré tiempo de donde pueda o de donde quiera, pero prometo escribir, sino, tiempo al tiempo.
Aquí estaré entre refranes y curiosidades.
Espero llegar a tiempo, porque la dicha es buena.
Nunca es tarde...
2 comentarios:
Es perfecto que lo retomes, además, más vale tarde que nunca ;p
La inquietud de escribir...buena costumbre la tuya. Echaremos un vistazo de vez en cuando. Un saludaco!
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