Bajo Cero

Los indios de una remota reserva preguntaron a su nuevo jefe si el próximo invierno iba a ser frío o apacible. Dado que el jefe había sido educado en una sociedad moderna, no conocía los viejos trucos indios. Así que, cuando miró el cielo, se vio incapaz de adivinar qué iba a suceder con el tiempo....
De cualquier manera, para no parecer dubitativo, respondió que el invierno iba a ser verdaderamente frío, y que los miembros de la tribu debían recoger leña para estar preparados.
No obstante, como también era un dirigente práctico, a los pocos días tuvo la idea de telefonear al Servicio Nacional de meteorología.
- ¿El próximo invierno será muy frío? - preguntó.
- Sí, parece que el próximo invierno será bastante frío - respondió el meteorólogo de guardia.
De modo que el jefe volvió con su gente y les dijo que se pusieran a juntar todavía más leña, para estar aún más preparados.
Una semana después, el jefe llamó otra vez al Servicio Nacional de meteorología y preguntó:
- ¿Será un invierno muy frío?
- Sí, - respondió el meteorólogo- va a ser un invierno muy frío.
Honestamente preocupado por su gente, el jefe volvió al campamento y ordenó a sus hermanos que recogiesen toda la leña posible, ya que parecía que el invierno iba a ser verdaderamente crudo.
Dos semanas más tarde, el jefe llamó nuevamente al Servicio Nacional de Meteorología:
- ¿Están ustedes absolutamente seguros de que el próximo invierno habrá de ser muy frío?
- Absolutamente, sin duda alguna - respondió el meteorólogo - va a ser uno de los inviernos más fríos que se hayan conocido.
- ¿Y cómo pueden estar ustedes tan seguros?
- ¡Coño! ¡Porque los indios están recogiendo leña como locos!

Si ya de por si nos esperábamos que la cuesta de este enero iba a ser empinada (pese a la ayuda de las rebajas)… ahora viene el frío a tocarnos las narices.

Y nunca mejor dicho, lo primero que hace el frío es tocarnos las narices, existen gorros, orejeras, bufandas, guantes,… pero no hay nada que nos tape la nariz y la proteja del frío y eso que es tan vergonzosa que es la primera que se pone roja cuando bajan las temperaturas. También nuestros pies sufren las bajas temperaturas y además el refranero popular motiva a ello con expresiones como pies fríos, corazón caliente para así poder buscarle el lado bueno. También hay otras partes del cuerpo que sufren con el frío, o más bien desaparecen con él, pero eso es cosa de hombres, mejor no hablar y avergonzarnos. En definitiva, el cuerpo sufre con el frío, somos animales de sangre caliente. Eso si, el gracioso de turno siempre estará ahí para recordarte que el frío es psicológico.

Por mucho que digan que año de nieves, año de bienes a casi nadie le gusta el frío y más cuando crecemos. De chico vemos la nieve como la mayor diversión del mundo y hacer un muñeco de nieve como la mayor obra de arte jamás destruida por el calor. De mayores vemos la nieve como la mayor zona propensa para un inoportuno resbalón y el ponerle unas cadenas a un coche como la mayor obra de ingeniería jamás creada para no entenderla ni con instrucciones. Eso si, aunque tengamos 80 años, siempre diremos aquello de “mira ¿ves el humo que sale de mi boca? parece que estoy fumando”, hace mucha gracia y es muy divertido… o al menos eso debemos de simular cuando nos lo dicen, siempre es bueno quedar bien antes las personas que ponen toda su ilusión en hacer humor con una bocanada de vaho.

También tenemos que reconocer que somos frioleros y exagerados. Si en nuestra casa hace -1 grados y cogemos una botella de agua del frigorífico seguro que decimos “joé, que fría”, pero no puede estar más fría que nosotros, porque sino sería hielo. Aunque también es verdad que el frío siempre es más apreciado que el calor en el mundo culinario. Tu quieres calentar el cocido del día anterior, pues pones el microondas y en 2 minutos lo tienes como recién hecho… pero, ¿y si te quieres tomar una cervecita fresquita justo al llegar de comprarla? ¿Por qué no le dan la vuelta a las ondas e inventan un “macroondas ©”? Sería genial meter una cerveza y que en un minuto saliese fresquita del “macroondas ©" (le pongo copyright por si las moscas)

Bueno, mejor lo dejo aquí que tengo las manos congeladas de escribir y quiero irme al brasero… es lo que tiene el frío, que nos vuelve vagos. Sed buenos.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Hace frío, pero sobre mi sensación térmica de frío ni te cuento¡ :-)

Anónimo dijo...

Jajaja que bueno, pero eso de hecharle al frio la culpa de la pereza innata... no se yo, xq en verano se la hecharemos al calor :D

Anónimo dijo...

La nevada que cayó el viernes pasado en Madrid no fue normal. Es evidente que nos encontramos inmersos en el ya tan famoso Cambio Climático del que todo es posible, uno puede esperar cualquier cosa.

Mi amigo Yuyu nos cuenta algunas cositas curiosas sobre el cambio climático, escuchad al maestro:

http://video.google.es/videoplay?docid=-5638814020498780096

Ángel M. dijo...

Tampoco es pa tanto... este año todavía no ha nevado en Córdoba Capital :P.

Dos palabras como consejo: mesa camilla.

Muy fino, como siempre, Sr. Cruz Gómez XD

Anónimo dijo...

Yo solo digo una cosa.... ay que ver lo bien que se esta en el braserito con las enagüillas subidas hasta las orejas!! jajaja

Unknown dijo...

Pero... estas palabras me confunden "...mejor lo dejo aquí que tengo las manos congeladas de escribir y quiero irme al brasero..." Y yo que juraría que apenas te has movido de él en todo el invierno. En fin, será el frío, que me congela la memoria...