Desafío

El pasado fin de semana fuimos un grupo de amigos a un eco-parque multiaventura. Básicamente se trataba de ir pasando de árbol en árbol mediante juegos estilo tirolina, puentes de peldaños de manera, troncos, cuerdas,… entonces en el último recorrido, cuando mi estado físico era lamentable, recordé un refrán (esto es solo un recurso literario para que quede bonito, en realidad en ese momento no estaba yo para pensar en refranes ni recordar tonterías… yo estaba a lo mío, a sobrevivir a 10 metros de altura). Era un refrán que debería haberme ayudado, pero que no lo hizo. ¿Cuántas veces has escuchado más vale maña que fuerza? Pues yo no encontraba la maña por ningún lado, y mira que necesitaba su ayuda, pero me parece que un Red Bull me hubiese ayudado más. Créeme, en aquella ocasión, cualquier cosa valía menos que la fuerza.

Que levante la mano aquel que alguna vez haya usado la fuerza sin sentido, aquel que ha excluido la maña por un instante, aquel que ha preferido sudar antes que pensar. No te engañes, levántala. Es triste, pero es cierto. Puedes tener licenciaturas, diplomaturas, ingenierías, bachilleratos, cursos de CCC, oposiciones,… pero que el sobre de Ketchup del McDonals lo sigues abriendo a mordiscos, que te siguen pillando con la cara roja del esfuerzo por abrir un bote de mahonesa, y viene tu madre da dos golpecitos en la parte de atrás y lo abre con la mano izquierda. Nadie se libra, no intentes pensar que piensas… porque primero actúas. Lo asumes, ¿no? pues ya puedes bajar la mano que estas haciendo el tonto delante del ordenador.

En la vida cotidiana hay muchos ejemplos de que nuestro cavernícola interior sigue vivo, y que lo de pensar lo dejamos solo para el momento en el que hay que recordar donde dejamos el coche aparcado. Quien dijo pienso, luego existo se tiró la vacilada.

Si alguna vez el mando a distancia deja de funcionar correctamente, ¿qué haces? Pues aprietas el botón del mando más fuerte. Si sigue sin funcionar, pues te mueves buscando el ángulo. Clavas el dedo en el botón, te retuerces, te estiras, te dejas la uña… ¿te has parado a pensar en cambiarle las pilas? Somos burros. Eso si, si un boli bic no pinta, usamos la maña primero, que si echarle el aliento, que si pintar en la planta del zapato,… pero lo que nos gusta es la fuerza, por eso hacemos un garabato en una hoja hasta traspasarla y romperla. Da igual que lleves un año usando el Boli, si tu ves que el tubo esta manchado de tinta, es porque tiene tinta, así que hay que romper la hoja hasta que pinte.

Somos así, por mucho que nos digan que quien poco piensa, mucho yerra nos empeñamos en seguir cometiendo el error de empujar una bolsa de hielos en el congelador y cerrar corriendo antes de buscarle un sitio y pensar en una organización correcta de los alimentos para que todo quepa.

La fuerza está ahí, y queremos usarla, pero tenemos que controlarnos y buscar la maña de alguna forma. Eso si, si estas encima de un árbol y tienes que llegar a otro colgándote de unas cuerdas, te aseguro que la maña no sirve para nada, comprobado.

PD: Podéis poner en los comentarios algún caso en el que hayáis usado antes la fuerza que la maña… por muy vergonzoso que sea :)