Mens sana in corpore sano

31 de Diciembre de 2007. 23:59.
“En el nuevo año que entra me apunto al gimnasio, lo prometo”

¡Pues ahí está el tio! Ya estoy apuntado al gimnasio, he cumplido mi promesa y me ha sobrado tiempo antes de que acabase el “nuevo” año. En mi caso “del dicho al hecho” ha habido un trecho de 8 meses, vamos, lo que he tardado en hacerme la idea… y en dejar de ver la hebilla del cinturón.

Las malas lenguas y las mentes sucias pensarán que me he apuntado a un gimnasio para perder peso porque retengo líquidos, o incluso porque no se me ven muy bien del todo los abdominales… pero nada más lejos de la realidad. En verdad, y aunque no esté bien decirlo, me he apuntado para ayudar a mis 4 amigos que también están apuntados en el mismo gimnasio, porque los veo más perdidos que Jesulín de Ubrique en el Cifras y Letras. Y quien mejor que yo, deportista de los pies a la cabeza, para crear un hábito de entreno y fomentar la vida sana a mis compañeros. “Un grano no hace el granero, pero ayuda al compañero”, y ahí estoy yo, ayudándolos para que amen el deporte (y no los nuevos Long Chicken como promueve Burguer King). A veces incluso me hago el que está cansado para subirles la moral y hacerles creer que están en buena forma. “Favores a los tuyos primero, y después a los ajenos”.

Durante esta semana he aprendido nuevas frases en inglés. He pasado de saber lo que era el “Body Milk” y el “Body art” a conocer y realizar el “Body Pump” y el “Body Combat”. ¿Qué que son esas cosas? Pues tipos de torturas. Básicamente se trata de que tu pagas un dinero al mes por entrar en una clase y afligirte durante una hora al ritmo de la música. Si alguien no lo ha probado, se lo recomiendo, es una experiencia muy gratificante, y la verdad es que se notan los resultados. El único problema es que, después de la clase, para lavarte los dientes tienes que poner el cepillo sobre el lavabo y mover la cabeza a ambos lados sobre él, pero por lo demás bien, si te lo propones puedes incluso andar en línea recta y doblar un poco la espalda tras unas 18 horas. “Quien algo quiere, algo le cuesta”

Bueno, voy terminando porque solo hablar de esto ya me hace sudar. Solo decir que quien quiera apuntarse al gimnasio, que no se preocupe y hable conmigo, que seguro que le hago cambiar de idea. Si en el fondo no se porque nos machacamos tanto físicamente. En vez de entrenar tanto para estar más fuertes, deberíamos enseñar nuestras radiografías… total, si “la belleza esta en el interior”, ¿no?