Pasando olimpicamente

No se si alguien perdería 3 minutos de su vida en leer mi blog, pero después de dos semanas sin escribir (alego motivos vacacionales) creo que me he cargado los pocos seguidores que tenía. Intentaré recuperarlos (aunque tenga que invitar a varias cervecillas) porque ya se sabe que “Por dinero baila el perro, y por pan, si se lo dan”.

Si alguien no se ha dado cuenta aún, ya sea porque no ha encendido el televisor, no ha navegado por internet, no ha comprado un periódico, no se relaciona, no ha mantenido una conversación con un ser humano, no sabe que hay vida detrás de las paredes de su casa,… pues por si las moscas, que sepa que se están celebrando las Olimpiadas, las cuales llamamos Beijing 2008 (después de tantos años llamando Pekín a la capital de China, ahora me entero que mola más decir Beijing). Para el que no le guste el deporte: “¿no quieres sopa? Pues toma dos tazas”. No es suficiente con el Giro, el Tour, Roland Garros, F1, La liga, MotoGP, Wimbledon y la tan poco repetida Eurocopa conseguida por España hace menos de dos meses, pues ahora más deporte por la tele. De todas formas las cosas se pueden tomar con cautela, como a mi madre, que no le gusta mucho el deporte pero de tanto verlo al final acaba por interesarle, y si gana España, pues mejor. “Sarna con gusto, no pica

Cuando España jugó la final de la Eurocopa, todo el mundo estaba pegado a su televisor, menos una persona, mi madre. Ella estaba leyendo, no puede con la presión de tener que aguantar 90 minutos de intriga, ella solo quiere saber el final. Si oye ¡GOL!, pues pone el partido y lo ve. Que oye gritos, pues lo vuelve a poner porque algo habrá pasado, mientras tanto, si hay silencio, ella está leyendo su libro. En estos días mi madre cada vez que ve a Gasol me pregunta que si ya hemos conseguido la medalla.

Hay gente que le gusta el deporte y madruga, se pierde la siesta, come más tarde o simplemente deja de jugar a la PlayStation por ver cualquier deporte, y no de cualquier forma, sino como si entendiese, como si hubiese creado él las normas, disfrutando y sufriendo al máximo. Otros simplemente leen el MARCA al día siguiente y ya le dirán quien ha conseguido medalla, o ni eso. La gente disfruta con el deporte, a su manera, pero disfruta. Nos gusta que nos digan que un español (si somos de España, o al menos nos sentimos parte de ella) ha conseguido medalla en Vela, aunque durante cuatro años ni siquiera sepamos si hay competiciones de Vela. ¿Alguien sabe lo que hace Gervasio Deferr, David Cal, Gemma Mengual y compañía entre olimpiada y olimpiada? Supongo que anuncios de leche de Soja y Cola Cao mientras esperan a la siguiente cita.

Yo no se si “No hay dos sin tres” o “Si a la tercera va la vencida”. Me da igual que “No haya quinto malo”, y odio eso de que “Lo importante es participar”. Yo mañana querré levantarme con la noticia de un nuevo oro para España, querré levantarme leyendo que un nuevo deportista español ha conseguido la proeza y se le compara con un héroe, querré levantarme viendo en los telediarios veinte veces las imágenes en donde un español gana la medalla, querré levantarme escuchando a mi madre decir ¿Pero ha ganado ya el baloncesto el Oro? Y que alguien le responda que si, querré levantarme con un poquito más de orgullo patriótico (lo que llaman sentir la roja),… luego por la noche me acostaré y no volveré a recordar el nombre del deportista español hasta que el locutor de las próximas olimpiadas me lo recuerde (¿o alguien se acuerda de las medallas de Atenas 2004?). A veces el deporte es injusto, cuesta mucho llegar al éxito y no disfrutas de él tanto como lo has luchado. Pero hay que disfrutarlo aunque sea corto, que como dice el refrán “Lo bueno, si breve, dos veces bueno" como una eyaculación precoz :)

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Ya has recuperado a una(seguidora del blog)... pero a costa de una invitación, no creas que te libras.

Como escribas de quincena en quincena te va a salir caro, eh! Aunque después de todo es divertido leerte, es como un monólogo :D

Ks

Anónimo dijo...

Oye tío, pues yo sí me acuerdo... claro que estuve pinchao delante de la tele las dos semanas de los JJ.OO. de 2004. Claro que no había pruebas a horas intempestivas como ahora, menos mal.

Ya sabes, los periodistas deportivos no serán unos maestros en periodismo, investigación y/o redacción, pero vendiendo humo no hay quien les gane!

Muy interesante como siempre tu reflexión, nos vemos en la próxima entrada.

¡Un abrazo!